HISTORIA |
HEMEROTECA |
1.- El Sáhara Occidental antes de la colonización / download pdf 2.- La colonización Española / download pdf 3.- El abandono de España y la ocupación de Marruecos / download pdf 4.- Plan de Paz / download pdf 5.- El Plan Baker / download pdf 6.- Exilio / download pdf |
1.- EL SAHARA OCCIDENTAL ANTES DE LA COLONIZACIÓN El territorio del Sahara Occidental se extiende sobre una superficie aproximada de 266.000 km² y limita al norte con Marruecos, al noreste con Argelia, al este y al sur con Mauritania y al oeste con el Océano Atlántico. El Sahara Occidental se divide en dos grandes regiones: Saguiat el-Hamra, en el norte, y Wadi ed Dahab (Río de Oro), en el sur. Como la mayoría de Estados africanos, sus fronteras son el resultado de los acuerdos realizados entre las potencias coloniales ansiosas de salvaguardar sus intereses en la región. En el caso del Sahara Occidental las fronteras fueron definidas en los acuerdos realizados entre Francia y España en 1900, 1904 y 1912. El pueblo saharaui tiene un origen árabe-negro-berberisco, aunque su composición actual es fruto de la mezcla entre la población berberisca que habitaba el territorio desde el siglo VIII y las tribus originarias de la península arábiga que llegaron al Sahara durante los siglos XII y XIII. Posteriormente estos grupos tribales también se mezclaron con poblaciones afro-negras procedentes del sur y también con tribus llegadas desde el norte. Debido al clima característico de la región el Sahara sólo fue habitado por tribus nómadas que vivían con rebaños que pastaban y cultivaban allí donde era posible. Su religión era el Islam y su ley se basaba en las costumbres y el Corán. Étnicamente y culturalmente eran distintos de las poblaciones situadas alrededor de ellos, se movían a través del desierto en unas rutas más o menos regulares, establecidas por estaciones, pozos y fuentes y no conocían fronteras. La sociedad saharaui, como muchas otras en África antiguamente, era una sociedad tribal, pero tenía algunas características especificas. Hasta casi mediados de siglo XX la población saharaui era nómada y se dedicaba principalmente al comercio, la ganadería, la pesca y la artesanía, si bien también había algunas tribus de guerreros. La lengua común entre estos grupos tribales es el hasanía, que comparte menos del 75% de los términos con el dialecto marroquí, la daríya. Durante la última mitad del siglo XX la población saharaui ha ido progresivamente abandonando la vida nómada para convertirse en una sociedad sedentaria. Los contactos de la población saharaui con las potencias occidentales comenzaron en el siglo XV. Los mitos que hablaban de las riquezas de Asia o del oro del Sudán, fueron impregnando las mentes de los europeos. En ese mismo siglo empezaron a explorar el océano y tuvieron lugar los primeros intentos de descubrir nuevas rutas comerciales en las costas atlánticas de África. |
2.- LA COLONIZACIÓN ESPAÑOLA La colonización española del territorio comenzó en 1884 cuando España proclamó un protectorado desde Cabo Blanco a Cabo Bojador con la finalidad de proteger y aumentar la dominación del territorio. En 1885, en la Conferencia de Berlín, que estableció el reparto de África entre las potencias coloniales europeas, se ratifica esta proclamación. Desde los primeros tiempos de la ocupación hubo frecuentes enfrentamientos armados entre los saharauis y las tropas coloniales españolas. Estos constantes choques llevaron a una cooperación militar franco-española para destruir el movimiento de resistencia que había en el Norte de Mauritania y en todo el "Sahara español". España toma así posesión de hecho de su "colonia" en 1936. Al mismo tiempo que la Asamblea General de la ONU comienza a pedir al Gobierno español la celebración de un referéndum de autodeterminación para el Sahara Occidental nace el Movimiento para la Liberación del Sahara con la finalidad de organizar al pueblo saharaui para conseguir su independencia. El MLS adquiere fuerza entre la población saharaui y en 1973 se transforma en el Frente por la Liberación de Saguia el Hamra y Río de Oro, conocido como Frente POLISARIO, cuyo brazo armado se denomina ELPS (Ejército de Liberación Popular Saharaui. El Polisario fue creciendo de manera espectacular en poco tiempo debido a que saharauis procedentes de todos los rincones del Sahara Occidental y también de Argelia y Mauritania se unieron a los del sur de Marruecos y a los del “Sahara Español”. En 1974 la misión de la ONU enviada al territorio redactó en su informe lo siguiente: “El Frente Polisario, pese a haber sido considerado un movimiento clandestino hasta la llegada de la misión, parecía ser la fuerza política dominante del territorio. La misión fue testigo de manifestaciones masivas de apoyo al movimiento”. Debido a la presión ejercida por Naciones Unidas para que España se desprenda de su colonia en África y a la lucha del pueblo saharaui por su independencia las autoridades españolas elaboran en 1974 el último censo de población saharaui en el marco de los preparativos del referéndum que la ONU venía exigiendo desde la década de los 60. |
3.- ABANDONO DE ESPAÑA Y OCUPACIÓN MARROQUÍ (LA GUERRA EN EL SAHARA) Cuando España anunció que abandonaría el territorio Marruecos y Mauritania respondieron reivindicando como propio el Sahara Occidental. En el caso de Marruecos esta reivindicación respondía a intereses económicos y nacionalistas: la construcción de un Imperio Cherifiano, que se extendería hasta las orillas del río Senegal, mientras que las exigencias de Mauritania sobre el Sahara Occidental pretendían frenar las ambiciones expansionistas de Hassán II. Así, “para conseguir sus propósitos, Marruecos pretendió en un primer momento someter la solución de lo que, en su opinión, era un conflicto hispano-marroquí al Tribunal Internacional de Justicia, pero ante la negativa de España de recurrir a la vía contenciosa puesto que ni siquiera dio respuesta a tal propuesta decidió tratar de encauzar la cuestión a través de la vía consultiva” solicitando al TIJ un dictamen consultivo sobre los vínculos existentes entre ambas naciones. El 16 de octubre de 1975 el TIJ emitió el solicitado dictamen en el que manifestaba que no existían vínculos jurídicos ni de soberanía entre el Sahara Occidental con Marruecos y Mauritania. - El dictamen consultivo de la Corte Internacional de Justicia de 16 de octubre de 1975. El dictamen de la Corte Internacional de Justicia fue presentado el 16 de octubre de 1975 y respondía de forma clara a las dos cuestiones que la Asamblea General le había planteado a través de la Resolución 3292 (XXIX). El dictamen de la Corte Internacional de Justicia fue claro: ni Marruecos ni Mauritania podían reivindicar el Sahara como parte integrante de su territorio. Sin embargo ni uno ni otro se resignaron a “hacerse” con su parte de territorio y llevaron a cabo estrategias políticas para acabar poseyendo el Sahara. Sin embargó, al día siguiente de hacerse público el dictamen del TIJ Hassán II convocó una marcha de civiles al territorio: la “Marcha Verde”, en la que participaron más de 524.000 marroquíes. -La Marcha Verde. La maniobra más espectacular desplegada por Marruecos para anexionarse el Sahara Occidental fue la denominada "Marcha Verde”: una invasión "pacífica" del territorio por 350.000 voluntarios civiles marroquíes convocados por el rey Hassan II, que justificó esta operación haciendo una interesada y particular interpretación del dictamen de la Corte Internacional de Justicia. El momento en que se anunció la realización de dicha "Marcha Verde" coincidía con la agonía de Franco que implicaba una época de debilidad para la dictadura en España. Hassan II convocó a sus súbditos para que iniciaran la marcha el 4 de noviembre. El Gobierno español protestó solicitando “al amparo del artículo 35 de la Carta de Naciones Unidas” una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU, que se apresuró a aprobar la Resolución 377 (1975), en la que se le pide al Secretario General que inicie consultas con las partes interesadas y que informe al Consejo para que éste pueda adoptar medidas apropiadas para encauzar la situación. Como resultado de estas consultas el Secretario General de Naciones Unidas realizó un informe en octubre de 1975 en el que exponía las posturas expresadas por las partes involucradas: Marruecos afirmaba que no estaba conforme con el dictamen de la Corte Internacional de Justicia y aclaró que había iniciado conversaciones con el Gobierno español y Mauritania para hallar una solución. Mauritania declaró mantenerse en una postura “básicamente similar a la de Marruecos”. Por su parte, Argelia rechazó tajantemente la posición marroquí y mauritana y se reafirmó en su apoyo a la celebración de un referéndum de autodeterminación organizado por la ONU; mientras que España manifestó su deseo de llegar a un acuerdo aceptable para todas las partes y planteó la posibilidad de solicitar a la ONU la administración temporal del territorio hasta que quedase claro cuales eran los deseos del pueblo saharaui. El informe del Secretario General concluía con el reconocimiento de todas las partes de que la ONU era un “elemento fundamental en la búsqueda de una solución aceptable”. La debilidad española a la hora de afrontar la situación era fruto del momento político que atravesaba la dictadura española y que dejaron de manifiesto que, dadas las circunstancias, la cuestión del Sahara no era la más urgente para el Gobierno español de Carlos Arias Navarro. A pesar de la publicación del informe y del Plan Waldheim Marruecos se negó a detener la convocatoria de la “Marcha Verde” y España solicitó de nuevo una reunión urgente del Consejo de Seguridad, que adoptó la Resolución 379 (1975). En esta segunda resolución del Consejo de Seguridad sobre la cuestión saharaui éste no mencionó el anuncio de Marruecos de realizar la “Marcha Verde” y se limitó a reiterar el contenido de la Resolución 377 (1975) y a solicitar un nuevo informe al Secretario General de la Organización. Sí lo hizo, sin embargo, poco después con la aprobación de la Resolución 380 (1975), cuya importancia radica en que, por primera vez y de forma categórica lamenta la realización de la “Marcha Verde” y solicita a Marruecos que se retire inmediatamente del Sahara Occidental. Es preciso destacar que la “Marcha Verde” fue una invasión del territorio por parte de civiles marroquíes convocados por el rey Hassan II pero, aunque se calificó como una “invasión pacífica”, los participantes fueron protegidos por las Fuerzas Armadas Reales de Marruecos, que destinó aproximadamente 13.000 efectivos para “escoltar” a los civiles marroquíes que marchaban hacia territorio saharaui. A pesar de que el Consejo de Seguridad no llegó nunca a calificar la “Marcha Verde” como un supuesto de agresión conforme a lo establecido en la Resolución 3314 (XXIX), algunos autores sí han planteado en diversos estudios una duda razonable que puede llevar a considerar esta acción como un supuesto de agresión. Así, como destaca Pastor Ridruejo la Resolución 3314 (XXIX) “se refiere constantemente al uso de la fuerza armada” pero hay que entender también como agresión “no sólo el uso de la fuerza armada, sino también la amenaza (…) y las modalidades de agresión indirecta tales como la organización o fomento de fuerzas irregulares o de bandas armadas”1. En la misma línea Márquez Carrasco afirma que “la definición de agresión no priva al Consejo de Seguridad de la libertad de apreciación acerca del fondo de una situación particular”2. Atendiendo al tenor literal del artículo 2 de la Carta de Naciones Unidas queda claro que la “Marcha Verde” supuso una violación de varios de sus párrafos ya que Marruecos no actuó de buena fe (tal y como establece el art. 2.2 Carta ONU) puesto que la cuestión debía someterse a los principios establecidos por Naciones Unidas para la descolonización del territorio y puso en peligro la paz y la seguridad internacionales (art. 2.3 Carta ONU), lo que a su vez agravó la situación del conflicto. El momento de realización de dicha "Marcha Verde" coincidía con la agonía de Franco que implicaba una época de debilidad para la dictadura. Por ello el gobierno español no dudó en ceder ante las presiones de Hassan II y abandonar al pueblo saharaui frente al invasor. La retirada española y la consiguiente ocupación del Sahara Occidental por Marruecos y Mauritania se acabó de zanjar con los denominados Acuerdos Tripartitos de Madrid de 14 de noviembre de 1975, por los que España cedió su soberanía sobre el Sahara a Marruecos (2/3 del territorio) y Mauritania (el resto), no sin antes intentar salvaguardar parte de sus intereses económicos. La salida de España fue seguida por la invasión militar del ejército marroquí que se preparaba desde hacía meses en coordinación con Mauritania. España facilitó la operación y cedió a los nuevos ocupantes la información que tenía sobre los movimientos de oposición. -Los Acuerdos Tripartitos de Madrid de 14 de noviembre de 1975 y el nacimiento de la RASD. Esta nueva situación política condujo a la firma, entre España, Marruecos y Mauritania, de los denominados Acuerdos Tripartitos de Madrid, de 14 de noviembre de 1975, por los cuales España decide poner fin a su presencia en el Sahara Occidental y cede la Administración temporal del territorio a Marruecos y Mauritania. Por su parte estos dos Estados se comprometían a respetar las aspiraciones del pueblo saharaui que, como afirma el documento, serían expresadas a través de la Djemaa. Como contrapartida a la entrega del territorio España, Marruecos y Mauritania devolvieron al Estado español parte de las inversiones realizadas en las minas de fosfatos de Bu Craa y el Reino de Marruecos se comprometió a renunciar a las reivindicaciones sobre el resto de territorios africanos que poseía España (Ceuta y Melilla y las Islas Canarias). El único Estado implicado como parte interesada que se opuso a la validez de los Acuerdos de Madrid fue Argelia, que remitió un escrito al Secretario General de Naciones Unidas en el que expresó su inconformismo con tales acuerdos al considerar que España debía “dar cuenta de sus responsabilidades a Naciones Unidas” y no podía transferir libremente el territorio y, en consecuencia, ponía de manifiesto que tales acuerdos eran “nulos y sin valor”. En este contexto tiene lugar un hecho importante: El 27 de febrero de 1976 el Frente Polisario proclama la constitución de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) en Bir Lehlu, que desde entonces ha sido reconocida por más de setenta Estados y que fue admitida como Estado miembro de la Organización para la Unidad Africana (de la que Marruecos se retiró a causa del ingreso de la RASD) y es uno de los Estados fundadores de la Unión Africana. El nacimiento de la RASD como Estado saharaui que reclama como propio todo el territorio del Sahara Occidental, comprendido en las fronteras internacionalmente reconocidas, tuvo varias consecuencias. En primer lugar, que la RASD puede alegar su derecho de legítima defensa frente a Marruecos, que ha invadido su territorio. En tanto en cuanto la RASD siga controlando parte del territorio del Sahara Occidental, como ha sucedido ininterrumpidamente desde 1976 hasta hoy (actualmente controla el territorio que se encuentra al este del muro) cualquier acción militar marroquí ocupando ese territorio legitima la respuesta militar saharaui. En segundo lugar, la existencia de la RASD puede suponer que la solución del conflicto, el referéndum, no tiene como objetivo que el pueblo saharaui se pueda convertir en “un Estado independiente y soberano”, pues éste ya existe, sino que sería un instrumento constituyente para que la población originaria saharaui decida si el Estado, ya existente, de la RASD se quiere integrar en Marruecos o si quiere seguir independiente recuperando su territorio ocupado por Marruecos. La Marcha Verde (Marcha Negra para el pueblo saharaui) y los Acuerdos Tripartitos de Madrid desembocan en la violenta ocupación marroquí que provoca por una parte el exodo del pueblo saharaui y, por otra, la resistencia del mismo a la ocupación. Seguidamente a la retirada de las tropas españolas el ejército marroquí invadía el norte mientras que las tropas mauritanas penetraban por el sur. La guerra y el exodo (1975-1991) Esta invasión, apoyada por los bombardeos de la aviación marroquí, provocó el éxodo de miles de saharauis desde las ciudades hacia el interior del desierto, mientras que los guerrilleros del Frente Polisario intentaban compaginar la huida de la población civil con la resistencia contra los nuevos invasores. El Frente Polisario inicia la guerra contra Marruecos y Mauritania en 1975. La ofensiva marroquí obligó a los saharauis a cruzar la frontera argelina para instalarse en lo que se conoce hoy como los campamentos de refugiados saharauis de Tindouf, en el sudoeste de Argelia. La Federación Internacional de los Derechos del Hombre denunció el 18 de febrero de 1975 que el pueblo saharaui era “victima de una verdadera empresa de genocidio” por las tropas marroquíes y mauritanas. La guerra contra Mauritania concluyó tres años después, con un acuerdo de alto el 5 de agosto de 1979 fuego y el posterior reconocimiento de la RASD en 1984. En los primeros años de la guerra entre Marruecos y el Frente Polisario y, ante el desgaste provocado por las constantes incursiones del Ejército de Liberación Popular Saharaui, Marruecos decidió emprender la construcción en el desierto de grandes muros equipados con sofisticada tecnología militar, pero esta nueva estrategia militar tampoco pudo contener los ataques de los polisarios. La construcción de este “muro de la vergüenza” finalizó en 1987 y tiene una extensión de 2.000 km aproximadamente. En una primera etapa de la guerra, el Frente Polisario estuvo a punto de dar un vuelco a la situación, llegando a controlar las tres cuartas partes del territorio. Puntos importantes de estos años fueron la proclamación de la República Árabe Saharaui Democrática, la RASD, hoy reconocida por 76 países, en febrero de 1976 y la retirada de los mauritanos tras su derrota en 1979. El Frente Polisario y Mauritania firman la paz el 5 de agosto de 1979, debido a que Mauritania renuncia a sus pretensiones sobre el Sahara Occidental. Marruecos invadió militarmente el territorio saharaui evacuado por Mauritania. Con Marruecos la guerra se prolonga hasta el 6 de septiembre de 1991, fecha en que se proclama el Alto el Fuego entre el Frente Polisario y Marruecos gracias a la mediación de Naciones Unidas. |
4.- PLAN DE PAZ Después de 16 años de guerra, el Plan de Paz de las Naciones Unidas para el Sahara Occidental fue adoptado en 1991 por el Consejo de Seguridad. El 29 de abril de 1991, el Consejo de Seguridad creó, a través de la Resolución 690, la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sahara Occidental (MINURSO) de acuerdo con el informe del Secretario General (S/22464) que explicaba con mayor detalle la aplicación del Plan de Paz. El Plan de Paz El detallado plan de paz de NU fue finalmente aprobado el 29 de Abril de 1991 con un presupuesto de 200 millones de dólares para la operación sin precedentes que fue ratificada el 17 de Mayo (Resolución 690/1991)). El alto el fuego y el referéndum serán supervisados por una fuerza de NU creada especialmente, la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO). A pesar de las objecciones marroquíes al plan, el personal de la MINURSO inició su trabajo inmediatamente. El plan de paz de 5 estadios está en camino. ESTADIO 1: Junio - 6 de Septiembre de 1991. ESTADIO 2: ESTADIO 3: ESTADIO 4: La MINURSO. La Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO) fue establecida por la Resolución 690/1991 del Consejo de Seguridad el 29 de abril de 1991, de acuerdo con “las propuestas de arreglo” tal y como aceptaron el 30 de agosto de 1998 Marruecos y el Frente POLISARIO. El Plan de aplicación del Secretario General, aprobado por el Consejo de Seguridad, establecía un periodo de transición durante el cual la responsabilidad de todas las cuestiones relacionadas con un referéndum en el que los habitantes del Sahara Occidental eligiesen entre la independencia o la integración con Marruecos recaería, única y exclusivamente sobre el Representante Especial designado por el Secretario General. Éste sería ayudado en su tarea por un representante Especial Adjunto y por un grupo formado por personal civil, militar y policía de la ONU, que se denomina Misión de Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental.
Datos sobre la MINURSO: - Destino Sahara Occidental -Sede Al Aaiun, Sahara Occidental -Duración La MINURSO ha estado controlando el alto el fuego decretado desde el 6 de septiembre de 1991 hasta la actualidad -Autorización La Resolución 1675/2006 prorrogó el mandato de la MINURSO hasta el 31 de octubre de 2006. -Representante Especial del Secretario General Francesco Bastagli (Italia) -Comandante de la fuerza General de Brigada Kurt Mosgaard (Dinamarca) -Efectivos (31 de marzo de 2006) 227 personal uniformado (de ellos 194 son observadores militares, 28 soldados y 6 policías), 122 personal civil internacional y 114 civiles locales. -Países contribuyentes con personal militar Argentina, Austria BanglaDesh, China, Croacia, Dinamarca, Egipto, El Salvador, Federación de Rusia, Francia, Ghana, Grecia, Guinea, Honduras, Hungría, Irlanda, Italia, Kenia, Malasia, Mongolia, Nigeria, Pakistán, Polonia, Republica de Corea, Sri Lanka y Uruguay. -Presupuesto 47,95 millones de dólares brutos (1 julio 2005-30 junio 2006). El Plan de Paz |
5.- EL PLAN BAKER La llamada “tercera vía” se concretó en el “Acuerdo Marco del Estatuto del Sahara”, el denominado Plan Baker, que concedía cierta autonomía a la zona pero bajo soberanía marroquí. El proyecto, que fue presentado a las partes en junio de 2001, preveía la elección de un Consejo Ejecutivo, con amplias competencias, y otro Legislativo, nombrado por todos los habitantes del territorio que hubiesen residido en el territorio hasta el 2000. Transcurridos cuatro años, el Ejecutivo sería elegido nuevamente por el Consejo Legislativo y el resultante trataría con el Gobierno marroquí el estatuto final del territorio, bajo dos condiciones: 1) que la opción de la independencia quedase expresamente prohibida, y 2) que en el electorado se incluyera a todo ciudadano instalado en el Sahara desde un año antes de la votación. El Frente Polisario rechazó tajantemente esta opción y continuó insistiendo en que el referéndum era la única salida. El Frente Polisario consideró que esta nueva propuesta respondía únicamente a los intereses marroquíes y era radicalmente contraria a la legalidad internacional, puesto que eliminaba la opción del referéndum (única vía según la propia doctrina de la ONU) e implicaba el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el territorio (esa soberanía no está reconocida ni por Naciones Unidas ni por los demás Estados). Incluso el propio James Baker admitió el 26 de junio de 2001 el "origen marroquí" de su plan, aunque mantuvo que el plan original marroquí había sido "pulido" antes de adoptarlo como propio. En febrero de 2002 Argelia manifestó su rechazo al Plan Baker y propuso a la ONU que ésta se hiciera cargo de la administración del Sahara Occidental, aunque esta propuesta fue rechazada sin muchas explicaciones por el Secretario General “pese a ser la única que, verdaderamente, consagraba una solución (al menos, transitoria) sin vencedores ni vencidos pues, si bien Marruecos debía abandonar el territorio, el mismo no podría tampoco ser ocupado por el Frente Polisario, siendo las tropas de ambos contendientes acantonadas conforme a lo previsto en el Plan de Paz”. La otra propuesta fue presentada por el propio Secretario General de la ONU en 2002 y consistía en plantear la partición del territorio pero esta propuesta, nada fácil de llevar a cabo por los innumerables obstáculos jurídicos y políticos también fue rechazada. |
6. EXILIO Y OCUPACIÓN Más de 190.000 refugiados saharauis siguen sufriendo desde hace casi 30 años las consecuencias de la debilidad de la ONU para hacer cumplir la legalidad internacional a Marruecos y la indiferencia y la falta de voluntad de España para influir en una solución justa y pacífica del conflicto en el que se encuentra su ex-colonia (el antiguo Sahara Español). La situación de los derechos humanos en el territorio ocupado por Marruecos es alarmante, tal y como han denunciado diversos organismos internacionales, debido a constantes detenciones, torturas y desapariciones por parte de las autoridades marroquíes, tal y como han denunciado numerosos organismos internacionales (ver Informes anuales de Amnistía Internacional). En noviembre de 2003 el Comité de la ONU contra la tortura expresó su preocupación por el aumento de denuncias de tortura y por la considerable ampliación del límite de la detención preventiva. Actualmente existen 526 desaparecidas sobre las que, según el Informe de Amnistía Internacional de 2004, “las autoridades no facilitaron a los familiares y menos aún admitieron ningún tipo de responsabilidad. No se procesó a ninguna de las personas que habían ordenado o llevado a cabo las desapariciones. Al parecer, algunos de los responsables perpetraron graves violaciones de derechos humanos durante mucho tiempo, y entre ellos figuraban personas que eran todavía miembros, o incluso altos cargos, de las fuerzas de seguridad”. No hay que olvidar que Marruecos es un país donde el 22% de la población se encuentra en el paro y donde el analfabetismo afecta a más de la mitad de los ciudadanos. La pobreza aumenta (casi el 20% de los marroquíes viven hoy por debajo del umbral de pobreza, cifra que en 1991 era del 13%) mientras su monarca posee una fortuna personal calculada en 86.000 millones de pesetas. Por su parte, con muchos menos recursos y desde el olvido de la comunidad internacional, la RASD ha conseguido eliminar el analfabetismo en los campamentos de refugiados y en la zona del territorio que está bajo su control. Esta cooperación también ha sido importante en el terreno político y se ha concretado en el apoyo de los distintos grupos parlamentarios que, en España, en Cataluña y otras Comunidades Autónomas, prestan apoyo a la causa saharaui. Asimismo en el Parlamento Europeo existe el Intergrupo “Paz para el Pueblo Saharaui”. Por su parte las diferentes asociaciones de solidaridad con el pueblo saharaui que existen en España realizan cada año el programa “Vacaciones en paz”, que consiste en acoger en familias españolas durante los meses de verano a niños y niñas que provienen de los campamentos de refugiados. Estas acciones son importantes para dar a conocer a estos niños y niñas otras formas de vida diferentes a la de los campamentos de refugiados y también para concienciar a la población española de la problemática en la que se encuentran estos niños y sus famílias. Otro aspecto importante de esta cooperación es el hermanamiento de ciudades saharauis con ciudades europeas (principalmente españolas, pero también italianas y francesas). |